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martes, 16 de febrero de 2010

Leon de Greiff - Obra Poética. Selección y prólogo de Cecilia Hernandez de Mendoza (1993)

León de Greiff
(1895-1976)
Por: Harold Alvarado Tenorio
Tomado de: Ajuste de Cuentas

Francisco de Asís León Bogislao de Greiff Haeusler (Medellín, 1895-1976), descendía de un bisabuelo sueco y un abuelo alemán, pero era absolutamente antioqueño, [una de sus bisabuelas era hermana o prima de José María Córdoba], esa estirpe de hombres y mujeres que crearon un país mediante la lucha y la derrota contra las adversidades y la maldad humanas. Y nadie, más que él, recibió en vida, el afecto y admiración que una nación puede ofrecer a sus poetas. León de Greiff fue sin duda el artista e intelectual colombiano mas adorado del siglo, amado por su rebeldía, admirado por su inteligencia y humildad, reverenciado como amigo y como poeta.

Sus antepasados europeos fueron camareros ducales, mariscales, coroneles, prelados y aristócratas de corte. El primero en llegar a tierras colombianas, en los años veintes del siglo XIX, atraído por la fiebre del oro que había propiciado la publicación en Londres de un libro sobre el país, de Francisco Antonio Zea, fue Carl Sigismund Fromholt von Greiff y su esposa Lovisa Petronela Faxe, ingeniero y matemático, que recorrió Antioquia en muchas direcciones, tantas como para publicar en Europa el primer mapa de la provincia que se conoce y un diario minucioso que acopia numerosas costumbres de las gentes de su tiempo. Este personaje de novela tuvo numerosa descendencia y vivió en Medellín, Amalfi, Río Negro, Anorí, Dabeiba, etc. Pero fue quizás, su padre, Luis de Greiff Bravo, la personalidad que más influyó en su carácter. Luis de Greiff fue en su juventud escritor y colaboró en Medellín, gracias a su vastísima cultura, en importantes revistas de entonces, junto a otros intelectuales como Francisco de Paula Rendón o Abel Farina. Luego se interesaría en asuntos públicos y al lado de un grupo de liberales radicales publicó el periódico La Organización, que gozó de gran prestigio e imitaba ideológicamente al Manchester Guardian o el Corriere della Sera. El padre del poeta fue miembro de la dirección liberal que presidía Rafael Uribe Uribe y senador por Antioquia en varios periodos. Juan Lozano y Lozano sostiene que León de Greiff, era, en su carácter y aficiones, un vivo trasunto de su padre:

“un estoico que ha aprendido a mantener la mente en absoluta independencia de toda circunstancia externa: un hombre que vive de la savia de sí mismo y no obedece ni teme sino la censura que le dicte su propio corazón. León ama el arte por el arte, ciertos principios morales por sí mismos, la amistad de sus amigos por sí misma, sin esperar nada de nadie. Mira con igual indiferencia elogios y diatribas, miserias y holganzas, honores y silencios o desvíos. Pero es meticuloso en los principios de la dignidad, de la lealtad, de la hombría a carta cabal. Como la de su padre, la probidad de León es un axioma y su sinceridad lo mismo de valerosa y cortante. Nunca ha hablado mal de ningún amigo, nunca se ha quejado de nada, nunca ha atribuido a nadie la culpa de sus propias desventuras o congojas.”

Musicólogo, ajedrecista, estadígrafo y auditor de cuentas, experto en crucigramas, algebrista y mago de los números, alto, hercúleo, rojizo, barbado, con sus trajes deshilachados y los bolsillos repletos de papeles, en la Escuela de Minas de la Universidad de Antioquia hizo tres años de carrera para ingeniero y luego estudió derecho en la Universidad Libre de Bogotá, pero había sido, a los 18 años, secretario privado de Rafael Uribe Uribe. En Medellín, tras el asesinato del héroe, creó un grupo y una revista fugaz: Los Pánidas. Ya desde esos tiempos se aficionó al uso de seudónimos como Gaspar de la Nuit, encarnando a un personaje vago, demente y enemigo del comportamiento de la gente corriente. Fue luego cajero de un banco y administrador de una empresa que construía un ferrocarril cerca del río Cauca, en Bolombolo, donde estuvo tres años y donde parece haber creado un mundo poético que compartía con Matías Aldecoa, Erik Fjordson, Ramón Antigua, Leo Le Gris, Sergio Stepansky, etc. Luego de su matrimonio con Matilde Bernal Nichols ocupó diversos cargos en el ministerio de educación y hasta fue profesor de la Universidad Nacional, donde enseñó literatura y música. En 1958 Alberto Lleras Camargo lo nombró secretario de la embajada de Colombia en Suecia, cargo en el cual duró poco tiempo. A pesar de su rechazo a reconocimientos recibió varias distinciones oficiales y viajó por varios países. Según propias declaraciones, otras de sus condecoraciones fueron «La Cruz del Sur», el «Dragón Enfermo», el «Grifo Desolado», el «Gato que pelotea», etc

Cuando publicó Tergiversaciones(1925), su primer libro de poemas, hacía una década habían aparecido los textos definitivos del Vanguardismo latinoamericano. Tergiversaciones es un volumen que puede calificarse de Modernista, pero allí está, en su origen, la voz que habría de identificarlo en el concierto de la poesía continental. Burla e ironía, olvidadas sintaxis, palabras envejecidas, neologismos y arcaísmos, juegos de palabras y antipoemas, galicismos, germanías y neologismos atado todo ello, a un deslumbrante ejercicio de habilidades verbales con un rigor musical muy suyo. El tema recurrente será el yo y su imposible comunicación con los otros. Porque la poesía fue para él la invención del otro mundo, verbal y mágico, que le sirviera de asidero para poder vivir las mezquinas realidades de una sociedad como la colombiana de los años de entreguerras. De Greiff se verá siempre como miembro de una élite de apartados, los poetas y los locos, que no pueden ser entendidos a causa de su refinada personalidad. Y a esta demencia, que le separa del resto de los hombres, va unido Eros a través de la noche lunática, la soledad, la abulia y el tedio, símbolos todos de su escepticismo. El reino del poeta será el amor y la muerte.

Yo vengo de un imperio fantástico, ilusorio,
de un abolido imperio lunario, ultra real,
donde todos los meses son uno; floreal,
y uno sólo el color: azul, bajo el cimborio

inmóvil de su cielo. Fantasma aleatorio,
fúnebre, disonaba mi ser en el coral
multisonoro de armonía ideal
y franca... , y me he venido con mi gesto mortuorio...

Inepto a la alegría yo soy. De la tristeza
uncido a la carroza, vago, por vaticinio
inapelable de la suerte dictadora:

ni el espejismo de la trivial naturaleza
(descaecida hétera afeitada de nimio...)
nada!... que va a curarme! ni tú, Muerte Señora!...

(Yo vengo de un imperio)

En sus libros posteriores: Libro de los signos(1930), Variaciones alrededor de la nada(1936) y Prosas de Gaspar (1937), De Greiff se apropiará de todas las conquistas de los Ismos pero sin tomar partido por ninguno de ellos. Será unas veces dadaísta, otras surrealista, otras anarquista y la mayor de las veces un creacionista, que desdeñando la realidad, o lo que por ello entendemos, prefiere crear otra realidad que interprete a aquella o nos aparte definitivamente del presente -¿Modernista?- que tanto repudia el poeta. De esa manera y por miles de vericuetos, De Greiff, escéptico y sensual, levantó un mundo de fantásticos personajes, con su flora y su fauna, y un lenguaje irrepetible para celebrar las cosas y los seres de ese mundo ilusorio.

Pudoroso y profundo como poeta elegiaco; -escribió Jorge Zalamea en el prólogo a sus Obras Completas- proteico y salaz e impertinente en la poesía erótica; zanjante y pungente en la dramática; terso, veraz y voluptuoso en la bucólica; convincente en sus variaciones didácticas; raudo en la sorpresa y moroso en la delectación lírica; avisado piloto y avizor cofanero en un género especial suyo: la poesía náutica; insuperado aún la poesía-música castellana, León de Greiff ha sido y es, por adehala, uno de los más grandes poetas satíricos de nuestra lengua.




OBRA POÉTICA

Páginas:
Poemas en audio



lunes, 8 de febrero de 2010

Raúl Gómez Jattin - Poemas (1980-1989)

Los únicos que pueden hablar, de modo fiel y creíble, algo acerca de Gómez Jattin son aquellos que se detuvieron ante su voz. Un amigo cartagenero, mensajero de las flores y ahora violonchelista, cuenta que a Raúl se lo podía ver seguido allá, que una vez lo atajó, que le pidió un lápiz, que lo siguió dos, tres cuadras y no lo dejó ir en tanto no registrara el canto. Ese manuscrito es tan mítico como pueden serlo también El Buciraco o el Enano dientón; lo que no puede discutirse es la verosimilitud del hecho y la familiaridad de la narración.
Esto ocurrió no hace más de doce años y se da por cierto.
En la Gaceta de Mayo-Agosto de 1997, año de su muerte, un amigo suyo, el escritor barranquillero J. Olaciregui lo recuerda dirigiendo El Gran Teatro de Oklahoma, una obra con música basada en la América kafkiana y preparando una adaptación de Los Cuentos de Juana de Álvaro Cepeda Samudio; muestra un retrato hablado del poeta que no tiene discusión y escribe unas líneas in memoriam. "Es decir que poco a poco la locura comienza a perseguirnos, una sombra que nos llama siempre, y a veces muy intranquilos, sin sociego, delirantes, nos sentamos a escribir aunque sea una carta a un amigo para convencernos, para decirle estamos vivos, mano, y con ganas de seguir, de volver a ensayar una escena, una danza desde el fondo de la provincia del universo..." escribe.
Cuenta también que sólo ante la noticia de su muerte se acordó de los poemas que le había pedido para el suplemento literario de El Espectador y que se los había hecho llegar junto con una carta; que no publicó sino un par de ellos porque en esa época entre otras cosas mataron a Guillermo Cano. Que en una tarde de exilio va y se encuentra con Wole Soyinca, premio Nobel, también escritor de poesía y teatro y que el nigeriano le regala tremenda frase con la que nombra su artículo sobre Raúl y que es un consuelo y que dice "La Memoria domina la Muerte, es la grieta en su coraza de orgullo"

En adelanto van carta y par cantos.



Cereté, Noviembre 28/77



Apreciado Julio Olaciregui:

Ahí tiene usted el material para arrepentirse de haberme dicho un día: "mande algo". Bueno ahí está, sin la ambición de ser publicado, sólo de ser leído por tan buen editor de poetas. Qué bueno es Álvaro Rodríguez, tiene una niebla que embellece lo que toca. Elkin me pone a ser tan inteligente que cuando comprendo se me ha olvidado la emoción y ... bueno. A los amigos saludos, que voy pronto. Ciao.


Raúl.


Yo tengo para tí mi buen amigo
un corazón de mango del Sinú
oloroso
genuino
amable y tierno
(mi resto es un llaga
una tierra de nadie
una pedrada
un abrir y cerrar de ojos
en noche ajena
unas manos que asesinan fantasmas)
y un consejo
no te encuentres conmigo.



Carlina tiene dos culos
uno para amanecer:
redondo y envuelto en gaza mertiolatada
apretada a su cintura como cincha de yegua
de yegua en celo

Carlina es negra y bella como una reina Bantú
pero le da pena ser Bantú y le da pena tener el culo así.
Por la tarde se deshincha y el culo le cae a las corvas
amarillento y pálido
y el penacho de alambre ensortijado lo aprieta
bajo una pañoleta gris

Así es carlina no valora ni su piel ni su pelo ni su culo ni su Bantú.

Yo la amo
pero a cambio ella quiere meterme una tripa larga y colorada
dizque para alimentarme.

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Esta colección, editada por Norma, recopila la casi totalidad de los poemas publicados previamente en:

Poemas (1980)
Retratos (1980-1986)
Amanecer en el valle del Sinú (1983-1986)
Del Amor (1982-1987)
Hijos del tiempo (1989)



RAÚL GÓMEZ JATTIN - POESÍA (1980-1989)


Escuche su vozarrón:






RAÚL GÓMEZ JATTIN en la HJCK

Véalo en Medellín, en 1993



Lea 'Si yo lo escribí', una anécdota sobre este recital, por Pedro Granados

¿y las gafas? ...

sábado, 6 de febrero de 2010

Tomás Vargas Osorio (1908-1941) - Regreso de la Muerte-Entregas Piedra y Cielo No.5 (1939)


Tomas Vargas Osorio. Santandereano nacido en Oiba. Siglo XX. Escritor. Fallecido. De su obra impresiona la descripcion que hace del paisaje erosionado del valle del Rio de Oro(Cuaderno de paisajes), y las ficciones sobre muerte(Casa de reposo; Vidas menores), desarraigo y oportunidades que se desarrollan en un lugar que topograficamente concuerda con el medio Magdalena -Barrancabermeja en particular en la epoca de la primera fiebre petrolera (Cuentos santandereanos)- dejan una rara sensacion de sed que inmediatamente puede relacionarse con el calor y con el desasociego de ese ambito del Rio Grande . Hizo ensayo y preferia temas literarios(Critica), el retrato sicológico y el hecho historico(Bitacora). Colabora en el suplemento literario del diario El Tiempo en una época en la que el periodismo se manifestaba como defensor del derecho a la información, se mantenia alejado de toda limitación a la libertad de opinión y mostraba intereses políticos, históricos y literarios de acuerdo con la idea de Santos Montejo.

Su obra poetica la componen la serie " Un hombre que sueña", sus "Elegias" y algunos cantos sueltos, y se conoce con el nombre Regreso de la Muerte, reunida íntegramente en la revista del movimiento piedracielista (rubendariista) que dirigia Jorge Rojas en Bogota hacia 1939.


¿Tomás Vargas Osorio?


parte 1


parte 2


parte 3

Clelia Céspedes - de la Serie de Paisajes de Girón- Óleo sobre tela, 1998